Del 29 de Noviembre al 1 de Diciembre se celebró en el Palacio de Congresos Cabo de Gata de Almería la XLIX Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva (SAPD). Este congreso reunió a más de 160 congresistas procedentes de todos los rincones de Andalucía y también contó con la participación de grastroenterólogos del resto de España.
El éxito de la reunión ha sido rotundo ya que se han presentado un total de 340 comunicaciones del alto nivel científico que se han discutido en 4 sesiones plenarias, 7 simposios con temas de actualidad, 5 temas de controversias en Aparato Digestivo, 2 documentos de posicionamiento (intolerancias alimentarias y sedación en endoscopia), 4 talleres de los grupos de trabajo de la SAPD y dos conferencias magistrales entre otros.
La Conferencia Inaugural de esta reunión fue introducida por el Dr Suárez Crespo, como presidente del Comite Organizador, y estuvo impartida por el Dr. Enrique Rey Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, profesor titular de la Universidad Complutense y máxima autoridad nacional e internacional en Patología Digestiva Funcional.
Como en todas las conferencias inaugurales el tema tenía que ser tremendamente original y fuera de los cánones habituales del resto del congreso, sin perder, claro está, todo el rigor científico que exigía la reunión. Así según estudios realizados en voluntarios sanos por el Dr Enrique Rey, el consumo moderado de cerveza (2 o 3 cañas al día en el hombre y 1 o 2 cañas en la mujer) no aumenta síntomas como la dispepsia (distensión y pesadez gástrica), meteorismo (gases) o enfermedad por reflujo gastroesofágico. No habiéndose encontrado tampoco diferencias significativas entre la cerveza con y sin alcohol con respecto a estos síntomas.
Además la ingesta moderada de cerveza según algunos estudios puede reducir el riesgo de infección por Helicobacter Pylori, responsable de la gastritis crónica, úlcera duodenal y posiblemente cáncer gástrico, ya que se incrementa una secreción ácida protectora.
Además también el consumo moderado de cerveza podría ayudar a modular la microbiota intestinal por su alto contenido en polifenoles y fibra, promoviendo una flora intestinal sana, rica en Bacteroides y pobre en Firmicutes, por lo que podría servir para combatir la obesidad y diabetes, además de impedir la colonización de bacterias patógenas reduciendo el riesgo de infecciones gastrointestinales.
Además la cerveza al ser una bebida natural fermentada y baja en alcohol y calorías (45Kcal/100 ml) debe de formar parte de una alimentación equilibrada ya que tiene bajo contenido alcohólico y es rica en nutrientes, vitaminas, antioxidantes, maltodrextrina y otras fibras solubles.