¿Es el corte de digestión una leyenda urbana?

10 de agosto de 2015 • Noticias del editor, Noticias MédicasLeer más »

hidrocuciónNo es una leyenda urbana, pero el término correcto no es corte de digestión sino hidrocución, ya que se refiere a un síncope vaso-vagal o shock provocado por una diferencia brusca de temperatura y no a una verdadero fallo del proceso digestivo, aunque como veremos después, aparece con mayor frecuencia tras una comida copiosa y se acompaña de algunos síntomas digestivos como náuseas, dolor abdominal, vómitos o perdida de control de esfínteres, por lo que siempre se interpretó como un problema digestivo.

En realidad se trata de un cuadro agudo provocado por los cambios bruscos de temperatura cuando el agua fría entra en contacto de forma rápida con la piel y/o las vías respiratorias altas. Esta circunstancia hace que el organismo, de forma refleja a través del nervio vago, baje bruscamente la tensión arterial y frecuencia cardíaca; es por tanto un mecanismo reflejo exagerado, que llevará esta situación de adaptación hasta el extremo produciendo malestar general, mareo, dolor abdominal, náuseas con vómitos, visión borrosa, perdida de audición y acúfenos (pitidos en los oídos), sudoración profusa, piel de gallina y labios blancos, hormigueo y calambres en las piernas y brazos, y si la situación ya es muy grave puede llevar a la perdida final de la consciencia, que si ocurre en el agua puede conllevar el ahogamiento. En casos más graves incluso se produce por el mismo mecanismo parada cardiorrespiratoria y la muerte antes de que acontezca el ahogamiento, de aquí, por sus similitud con la electrocución, surge el termino hidrocución (ejecutado por el agua).

Los factores predisponentes son: temperatura del agua inferior a 20ºC, exposiciones prolongadas al sol o hipertermia, comidas copiosas recientes, ingesta excesiva de alcohol y toma de psicofármacos. Es más frecuente también en niños pequeños y personas con edad avanzada, en las que los fenómenos adaptativos están peor desarrollados. También es más común si existe un traumatismo abdominal por salto o caída sobre el abdomen. Aunque es más raro, el beber líquidos muy fríos de forma muy rápida y abundante también puede desencadenar, por descarga vaso-vagal, el mismo cuadro.

Para evitar la hidrocución se aconseja evitar tirarse o adentrarse de forma brusca en el agua, sobre todo cuando existan claros factores de riesgo como a los que nos hemos referido en el anterior párrafo. Es por tanto conveniente ir introduciéndonos poco a poco en el río, mar o piscina, duchándonos antes o mojándonos primero los pies y las manos y después la nuca; tras un minuto aproximadamente ir adentrándonos poco a poco en agua, al menos hasta el ombligo y después, aunque ya puede ser de forma más rápida, el resto del cuerpo, siempre en una zona que podamos aún hacer pie hasta estar seguros de que nos hemos aclimatado. A la menor señal de sensación de mareo, náuseas o malestar general, salirnos rápidamente del agua y si los síntomas son más intensos pedir ayuda.

¿Porqué una comida copiosa es un factor de riesgo para la hidrocución?. Pues fundamentalmente porque durante el proceso digestivo se produce un secuestro sanguíneo importante a nivel del tubo digestivo para que se absorban mejor los alimentos, con lo que de forma refleja otras partes menos importantes como la piel o músculos reciben un menor aporte de sangre. Pero si existe una bajada brusca de la temperatura se produce una vasodilatación cutánea intensa que intenta un mayor aporte de sangre a la piel para compensar de alguna manera esta perdida de calor, se reduce de forma brusca también el aporte al cerebro y otros órganos vitales. Por tanto, aunque no hablemos propiamente de un proceso digestivo, el guardar la suficiente precaución para el baño después de una comida, sobre todo cuando se den otras circunstancias de riesgo ya descritas, puede evitar la hidrocución.