Según el escritor John Gray los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, pero para el Observatorio de la Microbiota Intestinal, órgano científico dependiente de la Sociedad Europea de Neurogastroenterología y Motilidad, también el microbioma de mujeres y hombres parece proceder de distintos planetas, ya que según un reciente estudio publicado en Plos One, en el que se analizan los genes bacterianos de las muestras fecales de 82 individuos, concluye que la microbiota de mujeres difiere significativamente del microbioma intestinal de los hombres.
Asimismo, el estudio sugiere que además del sexo, la obesidad y la fibra podrían influir en la composición y comportamiento de la flora intestinal debido a mecanismos hormonales similares, ya que los niveles de estrógenos en sangre no solo depende del sexo, sino que también se ve influenciados por el sobrepeso y la ingesta de fibra alimentaria. Por tanto estos esteroides sexuales parecen desempeñar un importante papel en la modulación de la microbiota intestinal, aunque según los propios autores haría falta más estudios en tal sentido para sacar conclusiones definitivas.
Es sabido que el tracto gastrointestinal humano tiene una composición microbiana claramente estructurada, llamada micobiota intestinal, y que en número supera en más de diez veces el total de células humanas de nuestro cuerpo. También sabemos que el microbioma intestinal desempeña un papel indispensable en la digestión de los componentes de los alimentos y en la respuesta inmunológica mediada. La evidencia científica sugiere además que la variación microbiana intestinal es importante en la etiología de las enfermedades gastrointestinales como el síndrome de intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal o el cáncer colorrectal, y en enfermedades extraintestinales como la diabetes. Sin embargo, existen aún grandes lagunas conocimiento para comprender como los factores personales influyen en la composición microbioma intestinal, tal y como hace este estudio. Sin duda que una mejor comprensión de estos factores personales podría tener implicaciones importantes para la prevención de éstas y otras enfermedades aún por definir, en las que la microbiota intestinal seguro que juega un importante papel.