Como es posible que un país como Islandia, gélido y deshabitado, produzca en los últimos años música de tan alta calidad: Böjrk, Sigur Ros, Ásgeir….. y Of Monster and Men.

Hablemos hoy de estos últimos, quienes sorprenden entre los demás con un pop vitalista y contagioso hecho con guitarras, bajo y batería, pero también rebosante de folk tradicional cuando mezclan todo con la melódica, el acordeón o el glockenspiel. No obstante la fórmula druida del grupo es la fusión vocal de su cantante femenino: Nanna y su cantante masculino: Ragnar, el uno hecho para el otro, podríamos decir.

En el mercado dos álbumes, cargados de magnífica música, pero me quedo hoy con Hunger uno de los mejores temas de su último trabajo, una canción antítesis de la balada clásica que habla no solo del hambre de amor sino también del hambre insaciable del “lobo” y del hambre en general como símbolo abstracto que hace referencia a la necesidad o deseo de algo más…. música para la digestión.

Vivimos en un planeta tremendamente bello y hostil, donde vivos colores se mezclan con sonidos magníficamente interpretados.

Este video es la mezcla de un reportaje de la BBC sobre nuestro salvaje mundo geológico, ilustrado con la música del duo escocés Boards Canada. El grupo, formado por los hermanos Michael Sandison y Marcus Eoin, se creo en 1987.

La música de Boards of Canada pertenece a la corriente Intelligent Dance Music, focalizada en torno al sello Warp Records donde ellos mismos publican su material más reciente. En sus canciones se notan influencias psicodélicas y en ocasiones virajes Hip Hop, aunque en otros álbumes hay un claro tufillo folk.

Nuevos descubrimientos musicales…..

Poco más te puedo contar de esta cantante: que es mujer, tiene 23 años, es americana (de Cleveland) y tiene una bella, dulce y melancólica voz; ya que Alina Baraz es una recién llegada al la escena musical y para ello ha editado un primer trabajo bajo la batuta del pianista y productor danés Galimatias.

Una mezcla de sonidos con suave cadencia electrónica y acústica, con toques de teclado pulsante y una voz sampleada que recuerda mucho a Telepopmusik (aunque sus intenciones parecen diferentes). Música para disfrutar relajado, delante de un humeante café o mirando el atardecer por la ventana…. música para la digestión.

Alison Moyet, la reina del electropop de los ochenta con el duo Yazoo, vuelve rejuvenecida, como si se hubiera caído a la marmita de un druida y se hubiera bebido todo su caldo vigorizante.

Pocos músicos saben después de tocar techo, resurgir de sus propias cenizas y hacer algo diferente para mantenerse vivos musicalmente hablando. Pero muy pocos resurgen como «La Moyet», joven y creativa, hasta bella y atractiva, editando después de tanto años vagando por los escenarios, el que tal vez sea su mejor disco.

¡Qué disfrutes con Horizon Flame y estas increíbles imágenes del Universo incendiado!….. música para la digestión.

Muertes prematuras y en plena madurez artística, que nos dejan un legado incompleto. Eso fue lo que le ocurrió a uno de los grandes, uno de los máximos representante de lo que se llamó a finales de la década de 70’s «música del mundo», «nueva música» o «new age».

Michael Edges nació en Oklahoma el último día de 1953. A una edad muy temprana comenzó a desarrollar su talento musical en su ciudad natal, donde tocaba en bares y locales nocturnos. Aunque se dedicó sobre todo a la guitarra y flauta, era un multiinstrumentista con grandes dotes para el instrumento que se pusiera en sus manos, dominando también la voz. Su talento para la composición fue también su arma fuerte. En 1981 fue fichado por el «cazatalentos» Willian Ackermann, para formar parte del sello que más fama le daría, la Windham Hill, donde grabó prácticamente todos sus discos.

Su estilo con la guitarra era tremendamente único y particular, dominando a la perfección la acústica y la percusión, destacando los rasgueos a destiempo y los toques de amortiguación sobre el mastil con la mano derecha, sobre todo con armónicos completos. Otro aspecto a destacar es que era zurdo pero tocaba sobre todo instrumentos para diestros.

En plena vena creativa y a la edad de 43 años falleció en un terrible accidente de coche tras visitar a su novia. Se salió en una curva cayendo a un precipicio, siendo encontrado varios días después por los servicios de rescate que lo buscaban….. un final triste, pero aquí queda su música, como legado incompleto pero indeleble, siendo Aerial Boundaires un magnífico ejemplo…… música para la digestión.