Yuna es joven compositora, cantante y multi-instrumentista malaya de 28 años. De ascendencia musulmana, es también licenciada en derecho y copropietaria de una tienda de ropa.

Su carrera musical sin embargo empieza muy tarde, hace tan solo dos años, por lo que sorprende como alguien que no ha sido niña prodigio (musicalmente hablando) sea capaz de irrumpir en el mercado musical en plena madurez y con piezas tan originales y frescas.

Así, sus composiciones desprenden una inusitada belleza y creatividad, y su maravillosa voz desatan un torrente de dulzura y exótica belleza. Muchos coinciden en que desde el momento que se la escucha por primera vez asombra y cautiva.

Podríamos definir todos los temas que hasta la fecha hemos escuchado de ella como increíblemente maravillosos y buena muestra de ésto puede ser Lullabies…….

Falling…..

y Live Your Life….. música para la digestión.

B.B. King nació en 1925 en una desvencijada cabaña en el campo de algodón donde trabajaban sus padres. A los 5 años, tras la separación de éstos, tuvo que irse a vivir con su abuela materna. Allí tuvo que ayudar a la familia recogiendo algodón y en los ratos libres cantaba en un coro de gospel. Su primera guitarra se la compró por 15 dólares cuando solo tenía 12 años. Desde entonces sigue activo y subido en los escenarios, mostrando esa innata maestría musical y ya va camino de los 90 años de edad.

Le son reconocidos 15 hijos de 15 mujeres distintas, aunque tan solo se caso 2 veces. Sin embargo a pesar de llevar una vida tan agitada, siempre mostró en público su odio por el alcohol y las drogas, a lo que muchos achacan su increíble longevidad, si bien la diabetes e hipertensión que padece han mermado su calidad de vida.

Su música llena de sentimiento y su depurado estilo, su habilidad con la guitarra, a la que castiga con interminables bendings y vibratos, y su negra voz, son inconfundibles. Pero aún así, para los más puristas, B.B. King no es uno de los mejores guitarrista de todos los tiempos; incluso cuando la revista Rolling Stone se empeña en situarle una y otra vez en el sexto puesto…. y tal vez sea así, pero lo que nadie me puede negar es que sí es uno de los más influyente en su género y que con su trabajo se ha ganado por méritos propios el sobrenombre de “Rey del Blues”.

Aquí os dejamos con tan solo un tema: The Thrill is Gone, compuesto por Rick Darnell y Roy Hawkins en 1951, y que B.B. King popularizó casi 20 años después, suponiéndole un premio Grammy. El video que os presentamos tiene una alta calidad de sonido e imagen y fue grabado en una de las múltiples visitas que realizó a Montreux, la ciudad suiza de la música. En el podemos ver a un B.B. King que rozando los 70 años ya toca por largos periodos de tiempo sentado, pero sin perder ni un solo segundo esa rebosante y madura maestría……. música para la digestión.

Patrick O’Hearn nació en 1954 en Los Ángeles y comenzó su carrera musical tocando con tan solo 15 años en locales nocturnos.

Con 19 años se traslado a San Francisco donde tocó el contrabajo con músicos de jazz de la categoría de Dexter Gordon, Joe Pass y Charles Lloyd.

Pero su gran oportunidad le llego con 22 años, cuando fue llamado por el gran Frank Zappa para tocar en su banda, primero el bajo eléctrico y después los teclados.

Con 26 años, en plena madurez artística y tras sentirse cada vez más influenciado por la música de Mark Isham, Wheater Report, Kraftwek y sobre todo Brian Eno, decide dar su paso a la composición y música en solitario.

Patrick sigue aún en activo y ha cumplido 45 años de carrera musical, habiendo publicado 13 álbumes en solitario y compuesto 4 grandes bandas sonoras.

Su música es increíblemente particular y claramente identificable tras unos primeros compases, y se puede considerar como una mezcla, casi pócima mágica, de los géneros que ha ido trabajando durante su casi medio siglo de actividad musical: jazz, electrónica, rock, ambient y new age.

Yo descubrí a este músico tarde, en 1988, tras encontrarme, en una radio local en la que colaboraba, su tercer álbum en solitario Rivers Gonna Rise, al que pertenecen estos 3 magníficos temas que os sugerimos.

El primero es: So Flow the Current, un tema con un cargante fondo electrónico al que se van sumando notas y melodías de forma casi infinita, creando una atmósfera progresiva de la que es muy difícil desengancharse……

Mi segunda propuesta es: Acadia, donde el músico crea un ambiente melódico llamativamente optimista, construido sobre un sorprendente formato new age con tintes muy clásicos….

El tercer y último tema es: Glory for Tomorrow, donde O’Hearn da rienda suelta a su talento minimalista uniendo unos susurrantes toques de teclado a un bajo llamativamente contundente. Pero lo que más me llamó la atención, la primera vez que lo escuche, es como consigue fundir todo esto, con los magistrales notas jazzísticas que desprende la trompeta de Mark Isham….. música para la digestión

En 2012 se crea Odesza, cuando Harrison Mills y Clayton Knight, dos jovenes estudiantes, se conocen en una universidad de Seattle y deciden emprender un proyecto común de synth-pop.

Sus primeros trabajos solo fueron visibles e internet pero sus ideas eran tan claras que en estos dos años han conseguido además de tener millones de descargas de soundclouds y spotify, crear dos discos commpletos y emprender giras por Estado Unidos, Australia y posteriormente por Europa.

Representan un sonido completamente nuevo dentro de lo ya inventado, claro y contundente, con notas y melodías increíblemente atractivas, creadas a golpe de teclados, con tintes de drums and bass y rozando en ocasiones el ambient y jazz fussion.

En It’s Only el feat vocal es de Zyra, una joven y desconocida cantante de 20 años, que le imprime una increíble sensualidad al trabajo con su bella y aniñada voz….. música para la digestión.

Joe Bonamassa nació entre guitarras. Su padre era, además de músico amateur, un vendedor de la reina de las seis cuerdas y el niño se divertía viéndolas y tocándolas. Así con tan solo 4 años ya era capaz de sacarles notas increíbles, a los 10 años comenzó a dar conciertos , a los 11 años tocaba con el gran olvidado Danny Gatton y a los 12 años ya era telonero del sempiterno BB King.

Pero el mérito del neoyorquino pelirrojo no es ser un niño prodigio, que también, sino de ser un músico increíblemente innovador, ya que hacia años que nadie llegaba al panorama musical con tantas credenciales de original, combinando el blues, soul y rock, “todo en uno”. Además pocos músicos a su edad han sido tan prolíficos como éste, sacando todos los años uno o dos discos al mercado.

Para muchos no es un guitarrista habilidoso, ya que que no se distingue por su rapidez en la guitarra, pero que importa ésto cuando pesa tanto la originalidad, constancia, afinación y lo bien que adereza la música con su rasgada voz blanca.

Hoy os dejamos tres joyitas musicales: Driving Towards The Daylight……..

Su inigualable Stop……

Y una increíble Happier Times…… música para la digestión.

Podríamos definirlo como la cara más popular y divertida del Jazz.

Louis Armstrong nació en 1900 en Nueva Orleans, en el seno de una familia muy pobre. Esto le obligo, cuando solo contaba con 6 años, a ganarse la vida cantando por las calles de los barrios marginales de su ciudad natal.

Poco después ingresó en un reformatorio para niños abandonados donde pudo formar parte de la banda de música del lugar, tocando el clarinete, la corneta y la trompeta.

Con 14 años sale del reformatorio y empieza a trabajar en los cabarets del lugar. Fue allí donde conoció a Kid Orly que le incorporó con 17 años a su banda, siendo este su primer trabajo profesional. Poco después se incorpora a la banda de Fate Marable, que tocaba jazz en los barcos de vapor que cruzan el Mississipi.

Con 22 años se traslado a Chicago donde con 25 años realizó su primer trabajo profesional como líder de banda: Louis Armstrong and his Hot Five.

Fue un virtuoso de la trompeta, convirtiéndola en un instrumento de solista, pero tocándola tuvo la desgracia de romperse el músculo orbicular de los labios, por lo que tuvo que dedicarse sobre todo a cantar.

Y fue un cantante único, no solo por su inigualable voz grave y rota, sino por la gran destreza de sus improvisaciones y su característica forma, casi histriónica, de interpretar lo que cantaba con una sonrisa de oreja a oreja. Además fue un cantante innovador, siendo el primero en introducir el scat dentro del jazz (palabras o sílabas sueltas sin sentido pero extremadamente afinadas, siguiendo el contexto de la canción y convirtiendo a la voz en un instrumento más).

Armstrong publicó más de 20 discos, trabajo en más de 50 películas y compartió estudio y cartel con todo un elenco de grandes figuras del jazz de la época, destacando las colaboraciones con Bing Crosby, Duke Ellington, Bessie Smith y Ela Filtzgerald. Además viajo con su música por América, Europa, África y Asia, como embajador musical financiado por el gobierno de los Estados Unidos.

Muchos le reprocharon su poca implicación con el movimiento negro, que en aquella época luchaba contra la segregación racial. Los más radicales lo consideraban como un bufón de blancos, no obstante es bien conocido que contribuyo con importantes campañas de dinero a la campaña antirracial de Martin Luther King.

Se casó 4 veces a lo largo de su vida. Además es bien conocido y reconocido por el propio Armstrong, que era un admirador de la marihuana, por lo que fue detenido en varias ocasiones; sin embargo odiaba las bebidas alcohólicas.

Murió a los 71 años víctima de una cardiopatía isquémica tras sufrir varios infartos agudos de miocardio.

Hoy traemos aquí What a Wonderful World, una de sus más conocidas canciones y de la que curiosamente tan solo vendió 1000 copias en Estados Unidos en los meses posteriores a su lanzamiento en 1967; sin embargo si alcanzó el número 1 en Gran Bretaña en 1968. Pero no fue hasta 1987, con Armstrong ya muerto, cuando alcanzó su máxima popularidad, tras ser incluida en la banda sonora de la película Good Morning, Vietnam, dirigida por Barry Levinson.

Esta obra maestra es un bello canto a la vida y al mundo, a las pequeñas cosas de cada día y a la esperanza en el futuro. En su interpretación derrocha además de una increíble dulzura, su sempiterna simpatía, amplias sonrisas y sobre todo bondad.

Veo arboles verdes , rosas rojas también
los veo florecer , para mi y para ti
y pienso que es un mundo maravilloso.

Veo cielos de azul y nubes de blanco,
el día glorioso y brillante, la oscura noche sagrada
y pienso que es un mundo maravilloso.

Los colores del arco iris son tan hermosos en el cielo,
son también las caras de las personas que van por ahí.
Veo amigos estrechándose las manos diciendo ¿como estas?
cuando en realidad quieren decir te quiero.

Oigo bebes llorando, los veo crecer
ellos aprenderán mucho mas de lo creen
y pienso que es un mundo maravilloso.

Si, pienso que este es un mundo maravilloso.

Aquí os dejo una magnífica versión de estudio, remasterizada y de una alta calidad sonora, en la que Louis Armstrong nos regala además una bella introducción hablada……. música para la digestión.