Música para despertar los sentidos cuando se acaba el año.

Hablo en voz baja (Spoke Low) es uno de los mejores temas que he escuchado últimamente.

Trance y Lounge dublinés bajo la firma del veterano productor musical Steven Connolly (Main in a Room), al que le pone su melancólica y evanescente voz Rae Rae…… música para la digestión.

Con una variada lista de influencias musicales, ya que bebe en géneros que van desde el rock ‘n’ roll de los 30’s a la electrónica de nuestros tiempos, la música de australiano Hayden Calnin se manifiesta como una narración honesta y progresiva, llena de matices agridulces que intentan acariciar la línea que hay entre la noche y el día.

Voces sentidas, cánticos que caminan a un ritmo constante de falsetes extremadamente dulces que se mezclan con livianos sonidos de instrumentos clásicos y modernos….. música para la digestión.

De nuevo nos vamos a las antípodas, a tierra de canguros, ya que en Adelaida nació hace 4 décadas Sia Furler.

Christopher Cross irrumpió en el mercado musical allá por los ochenta y era uno de los habituales de las salas de baile cuando tocaba apagar las luces y «cada oveja a su pareja».

Todo el mundo conoce esta bella canción gracias a la película Notting Hill, interpretada por Julia Roberts y Hugh Grant y cantada en el filme por Elvis Costello, que se sorprendió cuando fue a grabarla en Abbey Road y se encontró con una orquesta de más de 90 músicos.

Pero lo cierto es que She, aunque podría haber sido perfectamente compuesta por Costello, es una canción original del cantante francés de origen armenio Charles Aznavour, que la hizo en 1974 número uno en Inglaterra, tras un rotundo fracaso en su país. Aznavour lograba así el récord de ser el cantante más viejo en tener un número uno, a excepción de Louis Armstrong.