La Linaclotida es un nuevo fármaco cuya indicación principal será el intestino irritable con predominio estreñimiento. Este medicamento pronto saldrá a la venta en Europa o la menos eso es lo que se desprende de la reciente aprobación de su uso en humanos por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), tras la aprobación de la Federación Americana de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Agosto de 2012.
La eficacia y seguridad de este nuevo medicamento viene apoyada por la realización en los últimos años de estudios pivotales fase III en humanos en los que se ha mostrado eficaz de forma significativa para controlar tanto el dolor abdominal como el estreñimiento frente a placebo. La diarrea fue el efecto secundario más frecuente aunque solo un 5% de los pacientes tuvieron que suspender la medicación. Este fármaco no se podrá prescribir seguramente en menores de 16 años y embarazadas, y posiblemente se usará con cierta precaución en mayores de 65 años, ya que no existe absoluta certeza de su eficacia y seguridad en esta población.
La linaclotida es un agonista de la guanilato ciclasa tipo C (GCC). Se estimula, a través de la elevación de la secreción intracelular de GMPc, fluido intestinal y acelera el tránsito gastrointestinal, dando como resultado un aumento de la frecuencia de los movimientos intestinales. Además, se prevé que la elevación de cGMP extracelular también pueden reducir la actividad de los receptores sensoriales de dolor a nivel intestinal.
Aún no se conoce su precio real y si estará o no financiado por el sistema de la Seguridad Social. Por lo tanto aún existen luces y sombras para los profesionales de la medicina y pacientes, sobre todo tras la experiencia reciente con la Prucaloprida, un fármaco muy eficaz en el tratamiento del estreñimiento crónico (a la vista también de estudios previos y la experiencia inicial en nuestros pacientes) que fue sacado de la financiación de la Seguridad Social en el mes de Septiembre junto con más de 400 fármacos. Esto ha puesto en jaque a numerosos pacientes que de nuevo tienen que recurrir a los laxantes clásicos ya que en esta situación de crisis económica, muchos de los sueldos de nuestro país no se pueden permitir el abono mensual de más de 90 euros.