Nuevos conocimientos de la Dispepsia Funcional

15 de julio de 2013 • Noticias del editor, Noticias MédicasLeer más »

DispepsiaLa dispepsia funcional es un trastorno digestivo que afecta a un 25-30% de la población, sin embargo se cree que menos de la mitad de los pacientes consulta con su médico y un porcentaje muy bajo de pacientes acaba en la consulta del especialista, siendo muy común la autoprescipción

Esta enfermedad se define como la presencia durante al menos 3 meses y con comienzo como mínimo hace 6 meses, de síntomas referidos a la parte superior del abdomen en forma de dolor epigástrico, plenitud postprandial, saciedad temprana o ardor epigástrico, siempre en ausencia de enfermedades orgánicas.

Recientemente los doctores Shadi S. Yarandi y Jennifer Cristhie, que trabajan en el departamento de Enfermedades Digestivas de la Facultad de Medicina de Atlanta, han publicado en la prestigiosa revista Gastroenterology Research and Practice, un trabajo de revisión del que podemos extraer conclusiones muy interesantes y que resumiremos más adelante.

La primera es la frecuente superposición en el mismo paciente de dispepsia funcional y  otras enfermedades digestivas funcionales como son el síndrome del intestino irritable y el espectro de los trastornos por reflujo gastroesofágico. Esta superposición de los síntomas pueden ser interesantes para ayudar a comprender la fisiopatología, métodos de diagnóstico y estrategias de tratamiento de todas ellas.

La segunda que la adición de las nuevas pruebas de diagnóstico de enfermedad funcional, tales como pHmetría, la impedanciometría o la manometría, pueden ser muy útiles para distinguir en los pacientes estas enfermedades, sobre todo la dispepsia funcional y enfermedad por reflujo propiamente dicha.

La tercera es que aunque nuestros conocimientos sobre la etiopatogenia de estas enfermedades digestivas funcionales ha mejorado mucho en los últimos años, aún esta lejos de ser la idónea. El aumento de los datos relativos a la participación de factores genéticos nos ha proporcionado nuevos conocimientos sobre la patogénesis de estos trastornos y debemos de aprovechar esto para  futuras potenciales dianas terapéuticas. Además el mayor conocimiento del papel de las citocinas inflamatorias y cambios postinfecciosos también ha mejorado nuestra visión de la patogénesis de estas enfermedades.

Y la cuarta es que se requiere más investigación para avanzar en estos hallazgos y traducirlos a los métodos de tratamiento prácticos. Así el médico al seleccionar el método de tratamiento, deben de tener en cuenta esto y buscar síntomas coincidentes, así como trastornos concurrentes, ya que esto podría cambiar el método de tratamiento idóneo para cada paciente.

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