La noticia ha tenido un gran impacto en la población tras crearse una injustificada alarma mediática y algunos de nuestros pacientes ya nos han consultado por este tema.
Es bueno que exista conciencia de que los medicamentos tienen sus bondades pero también sus peligros, incluso aquellos que durante años hemos usado sin problemas.
Es por tanto obligación del médico advertir que el uso indiscriminado de medicamentos, muchas veces sin indicación y sin control no es bueno, pero también es nuestra obligación aclarar determinadas informaciones que no son del todo verdaderas y que a veces inundan los medios de comunicación, también sin control.
El Omeprazol y posteriormente otros IBPs (de las siglas inhibidores de la bomba de protones) como Lansoprazol, Pantoprazol, Rabeprazol y Esomeprazol, llevan en el mercado 30 años y sin duda han contribuido no solo a mejorar nuestra calidad de vida, sobre todo en los casos de enfermedad por reflujo y úlcera gastroduodenal, sino a evitar complicaciones graves y mortales como hemorragias digestivas, perforaciones gastroduodenales, estenosis péptica esofágica, esófago de Barrett, etc.
Pero el acervo popular, muchas veces sabio pero otras veces poco científico, reabautizó hace años al Omeprazol y otros IBPs con el nombre de protectores gástricos, contribuyendo, junto a la bajada de precios, a su uso masivo y muchas veces indiscriminado.
¿Pero es el Omeprazol, usado de forma controlada, malo?. Habrá que recordar que hace 30 años, tras su comercialización como Losec (R), algunos artículos se planteaban si el uso continuado de Omeprazol podría dar lugar, por su eficaz supresión de la secreción ácida a tumores como el carcinoide, motivo por el que al comercializarse solo se permitía su uso por periodos cortos de tiempo. Posteriormente la experiencia nos descartó este hecho.
En 1993, al inicio de su uso intravenoso a nivel hospitalario, las autoridades alemanas comunicaron 20 casos de ceguera y sordera permanente en pacientes tratados. El fármaco fue inicialmente retirado en esta formulación, pero posteriormente se comprobó que dicha complicación había aparecido en pacientes de UCI, en los que se había administrado el fármaco a dosis muy elevadas, intravenoso directo y que habían recibido otros muchos fármacos. En 1994 se levanto esta alerta al no poder demostrarse que el Omeprazol fuera el causante de tan grave complicación. Se llego incluso a especular que oscuros intereses económicos fueron los causantes finales de esta alerta (era un medicamento por entonces muy caro). Puedes consultar la noticia de la época en este enlace.
Posteriormente han ido surgiendo otras dudas sobre este fármaco que recogimos hace algo más de un año en un artículo de revisión publicado en la Revista Andaluza de Patología Digestiva y que puedes leer a texto completo en este enlace. Fundamentalmente su relación con la anemia megaloblástica por déficit de Vitamina B12, osteoporosis y osteopenia por déficit de absorción de calcio y estimulación de determinadas hormonas que intervienen en la calcificación de los huesos, anemia por déficit de absorción de Fe, infecciones respiratorias e intestinales , sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado, tumores gástricos benignos y malignos, adenocarcinoma de colon, etc. Pero como ya anotábamos en el texto final del trabajo, “la mayoría de las revisiones y opiniones de expertos coinciden en que los IBP son fármacos altamente efectivos” y seguros, y que «casi todas las conclusiones provienen de estudios observaciones que son susceptibles a tener sesgos y factores de confusión, siendo por tanto necesario la realización de estudios prospectivos, randomizados y controlados para confirmar la relación entre los efectos anteriormente expuestos y el uso prolongado del IBP”.
Así pues, el posible déficit de Vitamina B12 en pacientes tratados con Omeprazol, ya era conocido por la comunidad científica desde hace tiempo, como podemos ver en la referencia de nuestro anterior artículo, pero ahora ha surgido la alarma social por un trabajo al que, según nuestra opinión, de una forma injustificada se la ha dado una gran publicidad en los medios de comunicación, no sabemos si con una intencionalidad mediática y desde la desinformación, al que como no podría ser de otra forma, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) se ha apresurado a dar una contestación que agradecemos y que puedes consultar en este enlace a texto completo, pero que nosotros resumimos más adelante.
Así, en un comunicado oficial, la FEAD expresa que el estudio no solo afecta al Omeprazol sino también al resto de IBPs y a los llamados antiH2 (Ranitidina y Famotidina). Pero sobre todo la FEAD hace referencia al que el estudio no tiene el diseño científico y estadístico idóneo: “ la publicación de JAMA está basada en un estudio casos-controles, que desde un efecto (pacientes con déficit de vitamina B12 y pacientes sin este déficit) intenta buscar una causa (relación con la toma de omeprazol). Si bien este diseño del estudio es correcto desde el punto de vista científico, quizás no es el mejor para obtener conclusiones definitivas. Esto no quiere decir que no tenga nada de razón, quiere decir que hay que ser cautelosos a la hora de interpretar los resultados”. Además en su comunicado expresa soluciones sencillas para dicho problema: “significa que tomar omeprazol o similares a largo plazo PODRÍA producir déficit de vitamina B12. Si se demuestra finalmente que este efecto se produce en aquellos sujetos que toman omeprazol o similares de forma crónica, habría que hacer controles de niveles de vitamina B12 y en el caso de existir déficit valorar si retirar el fármaco o suplementar este déficit con vitamina B12”; y finaliza diciendo “evidentemente es una condición que requiere tratamiento en caso de producirse, pero no es una situación aguda que aparezca de un día para otro. En el propio estudio se menciona que la asociación era más pronunciada entre pacientes que tomaban más de 1,5 pastillas al día durante más de 2 años». Y con respecto a lo que más asusta seguramente a la población, la posible aparición de demencia por falta de VB12 por consumo crónico de Omeprazol: “ esta situación solo se alcanza tras un largo periodo de déficit y además existen síntomas previos que pueden alertar de esta situación”.