Edulcorantes y microbiota intestinal: algunas de las claves de la diabetes y obesidad

19 de septiembre de 2014 • Noticias de prensa, Noticias MédicasLeer más »

5_tazas_divertidas-0004Un reciente estudio científico publicado en Nature revela que ciertas bacterias intestinales podrían inducir cambios metabólicos después de estar expuestas a edulcorantes artificiales, acelerando la aparición de obesidad y diabetes.

El trabajo ha sido realizado por científicos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel dirigidos por los doctores Eran Elinav y Eran Segal. En este estudio se alimentó a ratones con una dieta normal y se les añadió al agua diversos edulcorantes como sacarina, sucralosa y aspartamo a dosis aprobadas en humanos por la FDA (Agencia Americana de Alimentos y Medicamentos) y a otros ratones se les añadió solo glucosa. Después de 11 semanas, la mayoría de los animales alimentados con edulcorantes, muestran intolerancia a la glucosa, un marcador que indica la tendencia a sufrir un trastorno metabólico como la obesidad y la diabetes. Sin embargo los alimentados con solo glucosa no presentaban este trastorno.

Pero lo más sorprendente fue que cuando a los animales se les dió antibióticos (Ciproflorxacino) para eliminar las bacterias intestinales, se impidió el desarrollo de intolerancia a la glucosa a pesar de tomar edulcorantes y también que el transplante de heces de los ratones alimentados con sacarina en el intestino de los ratones criados estériles, hacía que estos se volvieran claramente intolerantes a la glucosa.

Posiblemente la microbiota en contacto con estos edulcorantes, que a diferencia de los azúcares no se absorben en el tracto digestivo, sean la causa de este fenómeno. Una vez más se relaciona por tanto de forma concluyente la importancia de la microbiota y el desarrollo de enfermedades metabólicas como la obesidad y diabetes.

Pero, ¿funciona el microbioma humano de la misma manera que el animal?. Para probarlo los investigadores están llevado a cabo un trabajo llamado Proyecto de Nutrición Personalizada, lo que será el mayor ensayo realizado en humanos hasta la fecha para conocer la conexión entre nutrición y microbiota. El estudio inicial muestra que existe una clara asociación entre el consumo de edulcorantes artificiales, la configuración personal de bacterias intestinales y la propensión a la intolerancia a la glucosa.

En este estudio controlado han pedido a un grupo de voluntarios, que por lo general no toman alimentos endulzados artificialmente, para que los consuman durante una semana y luego se sometan a pruebas de glucosa y de composición de su microbiota intestinal. Los hallazgos muestran que muchos de los voluntarios han empezado a desarrollar intolerancia a la glucosa después de solo una semana de consumo de edulcorantes artificiales aunque un pequeño grupo no lo ha hecho. Siendo lo más sorprendente que la composición de la flora intestinal de cada uno de los grupos es lo que explica la diferencia. Así, los investigadores han descubierto dos poblaciones diferentes de bacterias del intestino humano, una que induce claramente intolerancia a la glucosa al ser expuesta a edulcorantes y otra en la que éstos que no tiene ningún efecto al respecto. Los autores piensan que por tanto solo ciertas bacterias intestinales son capaces de reaccionar con los edulcorantes químicos mediante la secreción de sustancias que luego provocaron una respuesta inflamatoria similar a la sobredosis de azúcar, promoviendo los cambios en la capacidad del cuerpo para utilizar esta sustancia.

El Dr. Elinav confiesa que “la relación con nuestras bacterias intestinales es un factor clave en la determinación de cómo los alimentos que comemos nos afectan”, “siendo especial la relación entre el uso de edulcorantes artificiales a través de las bacterias intestinales y la tendencia a desarrollar los mismos trastornos que estaban diseñados a evitar, lo que exige una reevaluación en el consumo masivo y sin supervisión que existe en la actualidad de éstos productos”. Y finaliza diciendo que “admito que tras realizar el estudio he optado por dejar de tomar edulcorante con el café”.

 

Referencia bibliográfica: Jotham Suez, Tal Korem, David Zeevi, Gili Zilberman-Schapira, Christoph A. Thaiss, Ori Maza, David Israeli, Niv Zmora, Shlomit Gilad, Adina Weinberger, Yael Kuperman, Alon Harmelin, Ilana Kolodkin-Gal, Hagit Shapiro, Zamir Halpern, Eran Segal & Eran Elinav. Artificial sweeteners induce glucose intolerance by altering the gut microbiota. Nature DOI: 10.1038/nature13793